martes, 9 de junio de 2009

EL ORIGEN DE LA TRAGEDIA

El responsable de la tragedia de Bagua es el presidente Alan García. Él y no otro es quien ordenó el aplastamiento a balazos de la protesta amazónica.Un suboficial de la Policía ha declarado al diario La República que la matanza de 12 policías en la estación 6 se produjo debido a que los nativos se enteraron por la radio de la muerte de sus hermanos en Bagua.No estoy de acuerdo con la extrema crueldad aplicada a los policías allí victimados. Pertenezco a la supuesta civilización occidental. Pero sé, por conocimiento de la historia de las luchas nativas y campesinas, que esos métodos suelen aflorar cuando se reprime cruelmente a la población. Tratándose de las etnias amazónicas, hay que conocer sus valores y costumbres. Róger Rumrrill, el lúcido conocedor, pensador y analista de la Amazonía, ha recordado que en diversas etnias matar a un nativo equivale a una declaratoria de guerra.À la guerre comme à la guerre, dicen los franceses. En la guerra como en la guerra. Pero tratándose de un conflicto entre peruanos, y entre “civilizados” criollos y pobladores nativos, los gobernantes -mejor dicho, el gobernante- no han debido ordenar la represión homicida. Alan García ha publicado, con su firma, un comunicado en el que habla de 55 días de intento de diálogo.¿Diálogo? Pero si en todo momento García y su cohorte han dicho que no van a derogar los Decretos Legislativos.Notorio es que la Comisión de Constitución del Congreso había declarado, días antes, la inconstitucionalidad del Decreto Legislativo 1090.El jueves 4 de junio, la Célula Parlamentaria Aprista precipitó una sesión del Congreso para aplazar el debate sobre ese Decreto. ¿Diálogo? Eso remitía el debate hacia las calendas griegas. Esa burla encendió la ira amazónica.El propio jueves 4 se dio a conocer una acción de inconstitucionalidad presentada por la Defensoría del Pueblo ante el Tribunal Constitucional contra otro Decreto Legislativo de García: el 1064.Es un Decreto que legisla sobre tierras de uso agrario. La Defensoría señala, a lo largo de 53 páginas, los aspectos inconstitucionales del 1064. La Defensoría expone que ese Decreto vulnera el principio de separación de poderes (puesto que legisla en campos que son atributo exclusivo del Congreso), el principio de reserva de ley para la regulación de límites a los derechos fundamentales y el ámbito de la delegación de facultades otorgadas por el Congreso.Voceros oficiosos del régimen inventan la presencia de fuerzas extranjeras en el conflicto. García, en su texto, afirma que “los subversivos y dirigentes políticos han pasado al asesinato de policías”.Eso, mientras un coro venal pide, aparte de meter bala, ilegalizar la organización de los nativos. El fascismo criollo quiere una guerra contra el pueblo.

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